Años antes de que se fundara la Asociación Juntos Podemos, la organización benéfica Las Manos de Christine empezó a hacer un trabajo increíble ayudando a la escuela pública del pueblo de El Hato.  Históricamente, la escuela pública carecía de fondos suficientes para equipar a los niños de El Hato para el futuro, y Las Manos a menudo ayudaban a cubrir necesidades no financiadas.  Dirigieron un programa de enseñanza de inglés con una serie de internos visitantes.  Recaudaron fondos y construyeron un edificio de preescolar, una biblioteca, una valla alrededor del recinto escolar y otras obras importantes.  Ayudaron a solucionar la escasez de agua.  Contrataron a una maestra para ayudar a los estudiantes rezagados.  Y la lista continúa.

Lamentablemente, a partir de 2017, Las Manos de Christine ya no pudieron seguir prestando ese nivel de apoyo.  Decidieron reducir considerablemente sus programas, centrándose principalmente en ofrecer becas a estudiantes trabajadores que, de otro modo, no podrían seguir yendo a la escuela.

Varios de los fundadores de la Asociación Juntos Podemos habían estado muy implicados en el trabajo anterior de Las Manos de Christine y no querían que El Hato perdiera ese recurso.  Fue entonces cuando iniciamos el Centro de Alfabetización de El Hato para continuar con una parte del trabajo de alfabetización de Las Manos.  Luego, en 2018,
un grupo de voluntarios guatemaltecos y extranjeros fundó la Asociación Juntos Podemos y se integraron el Centro de Alfabetización El Hato y el Huerto la Esperanza en ella.

La Asociación Juntos Podemos contrató a la maestra de Las Manos que ayudaba a los niños que se estaban atrasados.  El Centro de Alfabetización El Hato, situado en la biblioteca de la escuela público, empezó a dar clases de biblioteca por las mañanas y de refuerzo escolar por las tardes.  Y también ayudamos en todo tipo de actividades escolares.  Por ejemplo, recaudamos fondos para dar clases de música a los estudiantes interesados.  Las Manos de Christine volvió a intervenir y empezó a proporcionar otro tutor por las tardes.

Entonces llegó la pandemia.  Las escuelas de Guatemala cerraron y no se permitió a nadie realizar ningún tipo de actividad en la escuela de El Hato.  Tras meses de frustración, sentados al margen, en enero de 2021 no pudimos esperar más para reanudar la ayuda a los niños de El Hato.  Junto con otras dos ONG, Las Manos de Christine y SERniña, alquilamos una casa en El Hato para poder volver a dar tutorías a los estudiantes de El Hato.

Durante la pandemia, la escolarización en El Hato se paralizó.  La escuela estaba cerrada.  El aprendizaje virtual era imposible en un lugar donde la gente apenas podía permitirse hacer una llamada de teléfono, por no hablar de comprar una tableta y pagar el internet.  Los maestros de la escuela pública les daban a sus alumnos paquetes de trabajo para hacer en casa y entregar a final de mes.  Pero muchas familias no estaban preparadas para ayudar a sus hijos a aprender la materia.  Muchos padres tenían poca o ninguna educación formal, y además tenían que trabajar duramente sólo para llevar comida a la mesa.  Como consecuencia, nuestro horario de tutorías se llenó enseguida.  Las maestras y los alumnos del Centro de Alfabetización se pusieron sus máscarillas, se distanciaron socialmente, ¡y se pusieron manos a la obra para enseñar y aprender cosas nuevas!

Ahora, en 2023, la escuela pública de El Hato por fin vuelve a abrir sus puertas.  Pero la escuela necesita todo el espacio posible y hemos decidido que podemos servir mejor a la comunidad si seguimos trabajando fuera del campus.  Hemos alquilado una casa aún más grande cerca de la escuela para poder ofrecer nuestros servicios gratuitos de tutoría y biblioteca a más estudiantes que nunca.

Las Manos de Christine ha seguido proporcionando una maestra para ayudar en la mayoría de los días.  Juntos, las dos maestras están ayudando a los niños de El Hato a alcanzar su potencial.